El podcast 90 light

domingo, 11 de febrero de 2007

8 I'm not in love - Will to Power

Entre las categorías de los covers, creo que deberían existir sub-divisiones:

Cover-downgrade.- Lo que la mayoría de los gruperos hacen: tomar una canción con éxito, darle su “versión” y sacarla al mercado. Es el tipo de cover que hace que odiemos la canción, aunque la original esté guardada en nuestra colección de favoritas.
Cover-trash.- La versión no es tan mala como para hacer que queramos destrozar el reproductor desde donde se emite, pero resulta ser una versión tan aburrida y sin pena ni gloria que lo unico que la rescata es el éxito que tuvo la orignal.
Cover-Upgrade.- En este tipo de covers, se toma la versión original y en base a arreglos, una nueva interpretación y producción se completa lo insólito: una versión mejorada del éxito que la precedió.
Esto pasa muy, pero muy pocas veces y es precisamente una de estas raras canciones la que sugiero en esta ocasión.

Un tema que vino a mi mente escuchando esta canción es la experiencia de sacar a bailar a una chava (vocablo ochentero para morra) cuando era uno un polluelo adolescente.
Para empezar, hay que ambientarse: el escenario es una discoteca (como un antro, pero con pista de baile, un tipo de centros de reunión muy recurridos en aquellos años) de la ciudad que ustedes gusten, en una tardeada (las tardeadas era cuando las “discos” abrían como a las 4 de la tarde para que los menores fueran a bailar, la fiesta se acababa a más tardar a las 10).
Para ir a la disco, había que buscar sus mejores galas que podían consistir en un pantalón “acid wash”, unos tenis Pony, Nike o Reebok de bota que se llevaban desabrochados y a veces hasta se hacía una especie de tejido con las cintas de color y blancas, una camisa de color fuerte, desfajada y con las mangas impecablemente remangadas hasta antes del codo. Con ese look asesino, se disponía uno a lanzarse a la conquista del universo de chavas que estaban ávidas de bailar con uno, bueno al menos esa era la impresión.
Desde la entrada, ya se sentía uno grande; había que comprar boleto en la taquilla, y pasar a la revisión al ingresar.
Ya adentro, la emoción de estar en un lugar para gente grande era bastante, la música en altos decibeles inundaba la mente y las luces hacían de ese un mundo irreal.
Luego, la búsqueda de la susodicha, la técnica inicial fue, buscar a una chava que me gustara y lanzarme a sacarla a bailar. Lo bueno es que a la disco no se iba solo y la salvadora intervención de mi amigo me ayudó, con toda su experiencia (había ido una vez antes que yo a la disco) me aclaró, - no te lances luego luego, hay que ver bien el ganado. Palabras sabias de un hombre experimentado de 15 años… yo tenía 14 y medio.
Nos lanzamos a una vuelta de reconocimiento, para ver bien que había, luego de la vuelta inicial, un “break” para compartir opiniones y estrategias. - Las de aquella mesa están chidas pero yo seguía pensando que la primera que había visto era un ángel con copete de cascada. - Vamos a sacarlas, sirve que yo voy primero y hacemos el 4. Ok, mi amigo era mayor y ya tenía experiencia en esto, hay que hacerle caso. Vamos a la mesa y aunque el que va a hacer la pregunta del millón es mi amigo, una nueva emoción empieza a surgir: el temor a lo desconocido.
Para cuando mi amigo está preguntando a las chavas que si quieren bailar, yo sigo pensando en “ella”, de hecho me distraigo tratando de ubicar su mesa, para ser regresado a la realidad por el manotazo de mi amigo en el hombro. Veo que se levanta una muchacha alta, simpática, buenas formas, -está chida pienso, pero, luego caigo en la cuenta de que ella es la que sacó mi amigo a bailar y aún sentada está una gordita simpática. - dale la mano me dice mi amigo, - pa’ que no te veas tan ranchero. Le doy la mano y tímidamente acepta, salimos hacia la pista y pienso en “ella”. Bueno, es buena oportunidad de que me vea bailando y a ver si se anima. Lo único malo, es que la gordita con la que estaba bailando se da cuenta que estoy volteando para todos lados y mejor me dice que nos vayamos a sentar. Le agradezco el baile, le sonrío y totalmente armado de valor me voy a la mesa donde esta “ella”. Ya con la seguridad de haber sacado a bailar, me dirijo hacia… - ah canijo!, si estaba en esta mesa… pienso, mientras volteo con toda frustración hacia la pista de baile…
(La historia, cada quien la puede seguir de acuerdo a sus recuerdos)

Para redondear la música de tardeada ochentera, recomiendo:

  • Make it real – The Jets.- Una Buena canción pop balada, muy al estilo de Will to Power.
  • Who´s holding Donna now – Debarge.- Esta es una rola sobre el triste sentimiento de ver a tu ex “chava” con otro.
  • Season’s change – Expose.- Jeanette Jurado nos demuestra que en los 80’s también había poder latino en la industria pop estadounidense, una canción que aún sigue escuchándose muy bien.
  • Foolish beat – Debbie Gibson.- De las canciones que pusieron a Debbie en la cima de los charts, una especialista en baladas de finales de los 80’s


Hasta la próxima, si la red quiere...

Salud! oss

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para completar la historia:

Lo primero era pedir lana a tus jefes (si no como).En el atuendo también se doblaban los extremos del pantalón y la camisa también podía ser de la marca "Postal" (con muchos dibujos como parches). Al llegar a la disco, si ya tenisa mas experiencia que dos dias, llegabas con tu "grupo" y saludabas de una forma muy complicada, claro que no faltaba el Galán que además sabia bailar muy bién; ya entrados en el rollo de saber escojer podías saber casi con exactitud a la chica que de seguro te decia que si; rara vez había "faje" pero seguro, seguro agasajo marinero si, por lo menos dos fines de semana y la que sige..También podemos incluir las famosas "Retas" y concursos de baile que casi siempre ganaba quien mas porras tenía. Y para terminar siempre había una canción de moda, la cual toooodos querian bailar sin importar con quien. Un ejemplo de una (que no recuerdo quien la cantaba o como se llamaba) pero que la estrofa principal y más repatida era: Hey! You Movin On, hey, hey yuo movin on... SALUDOS!!! de un intruzo